¿Si no hubieses sido fisio a qué te dedicarías?
Álvaro:
Seguramente me hubiese dedicado a alguna profesión relacionada con el deporte/salud como entrenador o médico, también le hacía miraditas a derecho pero no me veía en un despacho… Aunque si os soy sincero desde los 13-14 años tenía bastante claro que quería ser fisioterapeuta.
Una anécdota en una sesión como fisio
Álvaro:
Anécdotas miles, pero me viene a la cabeza un jugador de la selección española de rugby que se rompió un ligamento importante de la rodilla, tan importante como para tener que operarse y estar toda la temporada fuera de juego. Conseguimos rehabilitarle sin cirugía (solo con ejercicios, fisioterapia y tecnología) permitiéndole jugar al máximo nivel sin ese ligamento. El cuerpo humano es increíble y dejadme añadir que de tu abuela a este jugador no hay tanta diferencia. Todo, TODO el mundo puede mejorar.
Lo que más te apasiona
Álvaro:
Aquí como mi compañero Alejandro, la comida me flipa, cocinar también, probar todo tipo de deportes y aunque suene un poco cursi o filosófico lo que más valoro y atesoro en el mundo es pasar tiempo con mis seres queridos.
Tu mayor temor
Álvaro:
No sentirme útil o sentir que no estoy dando el 110%.